viernes, 30 de enero de 2009

Un buzón de correos fuera de lo normal


Existe un buzón de correos en un lugar de esta ciudad, Palma, que puede solucionar tus problemas más acuciantes. Por ahí hay quien dice que cada ciudad tiene un buzón parecido, pero claro, éso es algo que depende de ti creértelo o no.Pero no nos desviemos del asunto:
Nadie vacía este buzón de correos; parece que el servicio postal se ha olvidado por completo de él, lo cual no es extraño, porque está situado en el último lugar donde pensarías encontrar un buzón (¿a quién demonios se le tuvo que ocurrir ponerlo allí?), por lo que no resulta fácil verlo, al menos a primera vista.
Si deslizas una carta en su interior ésta no irá a ningún sitio. Ahora bien, escribe una carta sobre tus problemas más urgentes dirigiéndola a aquellas personas que de una manera u otra participan de los mismos (puede ser tu jefe, o Hacienda, o cualquier otro). Diles todo lo que siempre has deseado decirles, como si quisieras quitarte ese peso de encima. No te cortes. ¿Has deseado insultar a esas personas? Hazlo. Nada de lo que te digo funcionará si no obras de esta manera.
Verás como el problema pronto se desvanece, de una manera que nunca hubieras considerado posible que ocurriera.
Claro que nunca podrás estar seguro de haber encontrado el buzón correcto hasta que pruebes a hacer lo que te he comentado. A este respecto quizás deberías saber algo: Si no has encontrado ese buzón especial las cosas se pondrán mucho peor una vez tu carta llegue a su destinatario.

sábado, 24 de enero de 2009

Delicious!



Entra en un restaurante de comida rápida Subway (en Palma encuentras uno en la calle Olmos). Dile al dependiente que quieres pedir la clase de sandwich que siempre han deseado que encargara un cliente. Rápidamente, en silencio y sin intercambiar palabra alguna compondrán un sandwich con muchos y diversos ingredientes.
Ese sandwich será el manjar más delicioso que habrás probado en toda tu vida. Ahora bien, sólo te pasará una vez. Si le vuelves a pedir al dependiente que te haga otro no recordará cómo lo hizo. Y si se te ocurre intentar hacerlo tú mismo ten por seguro que no lo lograrás.

viernes, 16 de enero de 2009

El otro


Dice la leyenda que vérselas cara a cara con tu doppelgänger es un presagio o un aviso de muerte... tanto para tí como para tu gemelo.
Así que si ves una réplica de tí mismo yo que tú echaría a correr para salvar la vida. Si continúas viendo a tu doppelgänger ten por seguro que tus días están contados y que pronto verás su final.
Existen muchas historias sobre encuentros con doppelgängers, y os aseguro que ninguna de ellas es agradable. A menudo no es uno mismo quien ve a su doble sino otra persona. ¿Puedes estar en dos sitios a la vez? No, pero lo cierto es que es una sensación muy extraña que alguien que te conoce muy bien te diga que te ha visto hace treinta minutos... cuando es imposible que tú estuvieras en ese sitio en el que insiste en situarte. Imagina que ésto te pase una y otra vez... y pronto acabarás perdiendo la cordura.
De ahí el mito de que un doppelgänger precederá la llegada de la persona real. De hecho muchas historias tienen en común este hecho... ¿Se te ha ocurrido que quizás tu doble siempre va un paso por delante tuyo?

sábado, 10 de enero de 2009

El tesoro


En cuatro diferentes estaciones de metro de todo el mundo hay cuatro vagabundos diferentes.
Si entablas conversación con uno de ellos durante un rato éste te empezará a contar cuentos sobre un fabuloso tesoro que él y sus compinches amasaron allá por el siglo XIX.
Podría ser que los cuatro estuvieran simplemente locos...
... sólo que todas sus historias son exactamente la misma, hasta en el más nimio detalle.
Excepto por el lugar donde escondieron el tesoro.

jueves, 8 de enero de 2009

El claro


En el corazón de la Serra de Tramuntana se encuentra un claro de árboles que forman un círculo perfecto. Un claro que, aparte de su rareza geométrica, no presenta ninguna particularidad digna de mención al ser observado desde el exterior. Sin embargo, si alguien entra en él, nada más hollar su superficie una oscuridad tan impenetrable como la de una noche sin luna se abatirá sobre toda su área, aunque sea un luminoso día de verano. Aquellos que por error entren en los límites acotados por su cerca forestal y consigan salir (muy pocos lo han conseguido) quedan en un estado tal que difícilmente recuerdan qué es lo que pasa en el interior.
De todas formas, si eres muy valiente (y muy estúpido) puedes intentar acampar en el claro. Cierra con fuerza tus ojos y entra, acuéstate en tu saco de dormir, y no importa lo que escuches o sientas, no vuelvas a abrirlos. Si de alguna forma consigues conciliar el sueño antes de que el claro haya hecho mella en tu cordura (o algo mucho peor), acabarás despertándote en mitad de un luminoso día, con la luz del sol acariciando tu rostro, en el centro del claro.
Ahora bien, si volvieras a salir del claro te encontrarías con la más oscura de las noches sin luna.