De ellos se cuentan muchas cosas.
Queriendo desmarcarme de los viejos tópicos me apunto a lo que nos cuenta China Miéville en su The Tain.
Que el vampiro viene del otro lado del espejo. De ese mundo condenado desde el alba de la Historia a vivir como réplica del nuestro. Sus pobladores reducidos a una esclavitud ignominiosa.
Sólo unos pocos se rebelaron. Rompieron sus cadenas y pasaron al otro lado del espejo, dando muerte a los que habían sido sus modelos. Y se infiltraron entre nosotros, hollando un mundo extraño como es el nuestro, ajenos al concepto de mortalidad, privados de cualquier reflejo en virtud de su sangriento acto de rebeldía.
Queriendo desmarcarme de los viejos tópicos me apunto a lo que nos cuenta China Miéville en su The Tain.
Que el vampiro viene del otro lado del espejo. De ese mundo condenado desde el alba de la Historia a vivir como réplica del nuestro. Sus pobladores reducidos a una esclavitud ignominiosa.
Sólo unos pocos se rebelaron. Rompieron sus cadenas y pasaron al otro lado del espejo, dando muerte a los que habían sido sus modelos. Y se infiltraron entre nosotros, hollando un mundo extraño como es el nuestro, ajenos al concepto de mortalidad, privados de cualquier reflejo en virtud de su sangriento acto de rebeldía.
De China Mieville el único que he leído es "El consejo de hierro"... aunque por lo que dices su visión vampírica parece interesante!!! Tendré que echarle un vistazo...
ResponderEliminarBueno, no quisiera crearte expectativas que igual luego no se cubren con The Tain; ésta no va realmente de vampiros, sino de criaturas del otro lado del espejo que un día invaden nuestro mundo. Y los supervivientes humanos acaban llamando "vampiros" a una parte de esos invasores.
ResponderEliminarLeí tu crítica de "El consejo de hierro" y he de reconocer que acabará cayendo este año, cuando haya descansado un poco de este autor (hace poco me acabé La Cicatriz, que es de lo mejorcito que he leído últimamente dentro de ci-fi y fantasía).
Aunque para lecturas seudo-vampíricas originales nunca me cansaré de recomendar "La fuerza de su mirada", de Tim Powers.